Resumen: Las fórmulas de financiación agraria son de una gran diversidad, conforme al destino del crédito y a la naturaleza de las entidades financieras, pero todas ellas deben estar amparadas en programas precisos y concretadas en líneas de crédito para cada prestatario. A estos efectos, la supervisión del crédito agrario parece indispensable en todos los casos. Dentro del marco expuesto, la «letra agraria», en su cuádruple cometido de titulovalor, medio de prueba, documento de trámite y cobro y documento de garantía, puede resultar sumamente útil, en las diversas modalidades en que se emplee, para cubrir operaciones comerciales, financieras o mixtas. Su vinculación a todo un conjunto coherente de acopio y suministro de recursos financieros a favor del sector, en competencia vigorosa con las demás necesidades de la economía, es lo que hará de la cambial agraria un instrumento al servicio de los propios agricultores y de la comunidad nacional.