Resumen: El reciente desarrollo del comercio internacional de alimentos ha tenido una importante repercusión en la política agraria de los países industrializados. El caso de Noruega no constituye una excepción, en la medida en que se intenta estimular y, simultáneamente, reducir el sistema de política agraria nacional. Diversos grupos políticos nacionales y organismos internacionales, como el GATT y la CEE, han atacado especialmente la normativa sobre importaciones. Las negociaciones del GATT y la creación de un mercado único en la CEE para finales de 1992 han situado en primer plano el tema del modelo nacional. Las fuerzas políticas partidarias de la liberalización del comercio han conseguido un gran impulso. No obstante, los grupos ecologistas siguen apoyando el modelo nacional, frente al régimen de liberalización. En este escenario, es preciso atender a las características del nuevo régimen alimentario que se está desarrollando en Europa y a las repercusiones de la creación del mercado único de la CEE sobre las políticas agrarias nacionales.