Resumen: Estudios recientes sobre la tenencia de tierras sugieren que el arrendamiento puede ser un acuerdo contractual eficaz y que las pequeñas explotaciones, sin ser necesariamente explotaciones dirigidas por su propietario, propician un desarrollo más rápido y más intensivo en mano de obra. Estas conclusiones abogan por las políticas que evitan las perturbaciones de precios y hacen hincapié en las actividades generadoras de rentas, tales como la investigación agraria; yo estoy de acuerdo con dichas conclusiones. Por otra parte, se oponen implícitamente a las políticas reformistas. En este estudio trato de la postura anti-reformista y anti-intervencionista. El problema surge porque la mayor parte de los economistas conceptualizan una dicotomía entre las políticas que promueven el bienestar general y las que integran los intentos de «búsqueda de rentas» de grupos de intereses especiales. Pero, cuando ciertos grupos de la sociedad rural aprovechan las nuevas oportunidades, no sólo aumentan la eficacia de la asignación de recursos, sino que frecuentemente cargan el peso del ajuste sobre otros grupos de dicha sociedad, generalmente más débiles. En la transición, las redes de seguridad, proporcionadas por las estructuras agrarias más antiguas, desaparecen. En la historia de los países desarrollados occidentales, los agricultores reaccionaron a estos cambios con luchas para crear sus propias organizaciones e influir en la política gubernamental. En el Tercer Mundo, los problemas de transición parecen ser aún más graves. Este documento es una llamada de atención a los economistas con respecto a estos temas.