Resumen: Uno de los problemas más importantes de cuantos afectan a las ciudades pequeñas es -según los autores de este trabajo- que las estrategias de desarrollo económico empleadas no son las adecuadas para la amplitud y el alcance de los cambios económicos que pretenden conseguir. Para estudiar el desarrollo económico de la pequeña ciudad y de las zonas rurales, los autores han seleccionado una muestra en cuatro estados -California, Wisconsin, Vermont y Carolina del Norte- que representan las cuatro grandes regiones del país y, además, reflejan importantes diferencias, tanto en lo que toca a niveles de industrialización y tecnología, como en lo referente a servicios y organización sociales. El estudio lleva a los autores a pensar que en las áreas no metropolitanas se está forjando una nueva teoría del desarrollo económico. Aunque su puesta en práctica tropezará con obstáculos como las limitaciones de los fondos federales, el impacto de la actual recesión y la acentuada lentitud del crecimiento económico de esta década, en comparación con épocas anteriores. A ello, se une el que las economías rurales tendrán que adaptarse a una nueva composición del repertorio industrial, que incluye empresas de tecnología avanzada y de servicios. Concluyen que el reto para las ciudades pequeñas, que se enfrentan con grandes problemas económicos, es hoy más difícil que nunca.