Resumen: Los agricultores no se apresuran a abandonar las grandes estructuras para crear su propia explotación agraria en tierras privadas. Antes bien, las grandes explotaciones agrarias se reorganizan en asociaciones de subdivisiones productivas más pequeñas, de las que son titulares sus miembros, que continúan dependiendo de la prestación, a través de una cooperativa agraria central, de los servicios de aprovisionamiento, comercialización y financiación. Por otra parte, los nuevos agricultores independientes están formando organizaciones cooperativas que les ayuden a superar las dificultades causadas por la inexistencia de mercados de consumos intermedios y del producto. La estructura agraria está evolucionando hacia la producción privada, tanto en las explotaciones unifamiliares como en las multifamiliares, apoyada a veces en redes de cooperativas de servicios.