Resumen: Para la agricultura francesa los años 60 son de una importancia primordial: se elabora una política agraria global que quiere ser a la vez racional y resueltamente moderna; aparece y se desarrolla el CNJA, nueva organización sindical de jóvenes agricultores que hasta hoy día marca con su sello la mayor parte de los medios agrícolas, y se establecen nuevas relaciones entre el Estado y las organizaciones profesionales agrarias transformándose estas últimas en las gestoras oficiales de dicha política. Este artículo describe los factores tanto económicos como ideológicos que antecedieron al establecimiento de la nueva política agraria y analiza su funcionamiento, en particular en el ámbito del «desarrollo», insistiendo en las contradicciones que aparecieron en el seno del sindicalismo, y entre éste y el Estado.