Resumen: En este trabajo se presentan una gama de estimaciones de la protección arancelaria media al sector agrario. Se desagrega la protección agraria en la otorgada a distintos grupos de productos procedentes del campo. Se integra la política aduanera en la de comercio exterior y, finalmente, se reflexiona sobre las consecuencias para el desarrollo económico de ésta última. En la imagen general que surge de este texto destaca la continuidad de la política aduanera entre 1870 y 1914, en concreto se destaca la persistencia de su carácter selectivo en favor de la agroindustria y del trigo. En este escenario se resalta el carácter coyuntural y excepcional de la fuerte y generalizada protección introducida por el arancel de 1891. En conjunto esta política aduanera no estuvo exenta de costes, pero también pudo favorecer la transformación del sector agrario: sin diluir los incentivos que inducían al cambio, dotó a las explotaciones de un contexto más estable que pudo facilitar su capacidad de respuesta. Pese a todo, los efectos de la política aduanera debieron ser moderados, alejados del protagonismo estelar que tradicionalmente se les ha atribuido.