El Camino Natural Ruta del Glorieta recorre el valle del río Glorieta en su tramo más alto, discurriendo entre el Mas de Forès, en el municipio de Alcover, y Mont-ral. El aprovechamiento del río a lo largo del tiempo queda patente en el recorrido por los restos de antiguas construcciones que aún pueden contemplarse, como centrales hidroeléctricas, molinos o canalizaciones de agua. El valle del río Glorieta es un espacio natural de gran valor paisajístico, caracterizado por un denso bosque mediterráneo alternado con una rica vegetación de ribera entre pozas, grutas y espectaculares saltos de agua.
Para llegar al punto de partida del Camino es necesario tomar una estrecha carretera desde Alcover hacia la ermita del Remei. Al llegar a ésta, se debe continuar por el camino asfaltado que conduce hasta el antiguo molino papelero del Mas de Forès, donde existe un aparcamiento habilitado para visitantes. En este punto se ubica el panel informativo que marca el inicio de la ruta, que comienza en una pista de tierra a la derecha de dicho panel. A unos 500 m del inicio, se encuentra la confluencia de los tres recorridos que se pueden realizar en este Camino Natural: el camino real (camí ral) de Alcover a Mont-ral, a la derecha, el camino del molino (camí del molí) del Glorieta, a la izquierda, y en el centro queda el camino de la acequia (camí de la sèquia) del Mas de Forès.
Se trata del recorrido más largo y más exigente. A lo largo de sus casi 6 km de longitud remonta el río Glorieta por su margen izquierda hasta Mont-ral, coincidiendo con el trazado del sendero Albiol-Cogullons (PR-C 20), pasando por zonas de considerable pendiente y firme irregular, lo que hace poco recomendable el tránsito en bicicleta, sobre todo en los últimos 3 km. A partir del kilómetro uno del recorrido, la pista se transforma en una senda que se abre paso entre la densa vegetación caracterizada por el encinar litoral y pinares secundarios, con encina (Quercus ilex), quejigo (Quercus faginea) y pino blanco (Pinus halepensis) como especies dominantes, así como una diversa vegetación de ribera en las zonas de mayor humedad. También es posible observar ejemplares de palmito o margalló (Chamaerops humilis), incluido en el catálogo de especies protegidas autonómico. Más adelante, tras cruzar una pasarela de madera, es posible contemplar las ruinas de Mas de l`Estamanyer. El camino, que no presenta grandes dificultades en este tramo, continúa remontando el valle por la ladera expuesta a solana, dejando a la izquierda, en torno al kilómetro 2,6 los restos de los molinos del Glorieta. Una vez sorteado el barranco de la Nevera, gracias a otra pasarela, se alcanzan las ruinas de la central hidroeléctrica del Glorieta, que utilizó las aguas del rio para abastecer de electricidad a Alcover y La Selva del Camp hasta los años 40.
Un tramo escalonado a la derecha de la central, permite ascender a una pequeña explanada donde aún se conserva parte del acueducto que conducía el agua de la balsa, situada 1 kilómetro más arriba, hasta la central. A la izquierda, bajo los arcos del acueducto, sale un sendero que conduce al paraje denominado "Nido del Águila", uno de los rincones más bellos y populares del valle, donde el viajero podrá disfrutar de pozas de agua cristalina, rodeado de rocas y una densa vegetación de ribera, como sauces (Salix atrocinera), salgueras (Salix eleagnos) o fresnos (Fraxinus angustifolia).
A partir de este punto el Camino se torna sinuoso, con tramos de considerable pendiente y firme irregular que hacen que el tránsito en bicicleta hasta el final de la ruta no sea recomendable. Después de sortear un pequeño paso con cadena sobre roca sin demasiada dificultad, se alcanza un área de descanso junto a la antigua balsa de captación, donde se mantienen parte de las canalizaciones que conducían el agua hasta la central. A la izquierda, parte otro pequeño sendero que permite de nuevo disfrutar del río con espectaculares vistas del valle.
La pendiente nuevamente se endurece, hasta alcanzar un mirador con panel explicativo del paisaje que el viajero va dejando a sus espaldas. Este mirador está situado sobre el nacimiento del río Glorieta (fonts del Glorieta), al cual se accede por un sendero señalizado a la izquierda unos metros antes del mirador. Numerosas plantas acuáticas como Rorippa nasturtium-aquaticum o Apium nodiflorum, aparecen en estos lugares donde la presencia de agua es permanente a lo largo del año.
El recorrido continúa ganando altura gracias a un tramo escalonado excavado al pie de la formación caliza denominada "cingles (riscos) del Glorieta". La dureza del camino se compensa con la riqueza paisajística que nos acompaña en este tramo de subida, permitiendo al viajero contemplar una de las numerosas oquedades provocadas por la fuerza erosiva del agua. La parte más dura del recorrido ha terminado, y el viajero puede echar una última vista atrás para llevarse grabada en la retina una bella imagen del camino recorrido.
Desde aquí se puede contemplar cómo la densa masa arbórea que tapiza todo el valle es acompañada de un rico sotobosque donde abundan especies como boj (Buxus sempervirens), coscoja (Quercus coccifera), madroño (Arbutus unedo), lentisco (Pistacia lentiscus), cornicabra (Pistacia terebinthus) o romero (Rosmarinus oficinalis), además de brezos (Erica multiflora, Erica arborea), durillo (Viburnum tinus) o adelfilla (Bupleurum fruticosum), y diversas trepadoras como madreselva (Lonicera implexa) o zarzaparrilla (Smilax aspera). La densa masa forestal acoge también una diversa fauna, entre la que habitan numerosos ejemplares de jabalí (Sus scrofa), tejón (Meles meles), marta (Martes foina), ardilla (Sciurus vulgaris) y otros roedores, además de una amplia lista de aves como el águila perdicera (Aquila fasciata), el pito verde (Picus viridis) o el petirrojo (Erithacus rubecula).
El Camino pronto torna a la derecha, en una ascensión menos exigente, llegando a un cortafuegos que no debe llevar a confusión, pues para concluir el tramo en su totalidad es necesario cruzarlo y continuar de frente hasta llegar a una pista de hormigón sin señalizar que se debe coger a la derecha. En unos metros, un sendero bien señalizado a la izquierda marca el inicio del tramo más antropizado del recorrido, donde aparecen cultivos abancalados, fundamentalmente de avellanos.
Una señal de cruce peligroso advierte de la llegada hasta una de las calles del municipio de Mont-ral. Aprovechando el trazado de la calle, se alcanza la carretera TV-7045, en cuya intersección habrá que tener especial precaución con el tráfico rodado. Una vez tomada la carretera a la izquierda, por medio de un sendero a la derecha, ahora sí, el viajero se enfrenta al último tramo de la senda hasta el punto final del recorrido, donde podrá refrescarse en una fuente de agua potable junto al panel que marca el final de la ruta. Además, en Mont-ral pueden contemplarse unas bonitas panorámicas de la comarca del Alt Camp desde la iglesia de sant Pere ad Vincula, cuya estructura principal y fachada corresponden al estilo románico y que fue restaurada en el siglo XVIII, fecha en la que se construyó el campanario.
Se trata de un sencillo recorrido circular de 6 km de longitud total que, partiendo del Mas de Forès, coincide con el camino real de Alcover a Mont-ral hasta la pasarela de la central eléctrica. Una vez allí es necesario desviarse a la izquierda, cruzando el río Glorieta por un sencillo paso natural de piedras. El Camino se adentra en terrenos pertenecientes a la finca Mas de Mario, de propiedad particular, donde aún perduran las ruinas de los molinos del Glorieta. Una valla metálica junto al camino recordará al viajero que atraviesa una zona privada que debe respetar. Abandonada esta propiedad a través de una puerta metálica, aparece una encina de grandes dimensiones junto al camino. Unos 300 m más adelante se incorpora el camino de la acequia (camí de la sèquia), que se describe más adelante. En las proximidades de este punto, donde antiguamente se ubicaba un campo de avellanos y que hoy ocupa un pinar joven, se puede de nuevo disfrutar de las limpias aguas del cauce, donde habita el cangrejo de río ibérico (Austropotamobius pallipes lusitanicus), especie protegida actualmente en recuperación.
Más adelante la pista atraviesa el río en una zona en la que habrá que tener precaución en época de crecidas. Sin más complicación el caminante llega al punto de partida de la senda, junto al aparcamiento del Mas de Forés, finalizando el recorrido.
Consiste en un corto recorrido circular de 2,5 km, que parte del aparcamiento del Mas de Forès y se dirige hacia área de descanso de la sèquia. Este estrecho sendero, que discurre junto a la acequia que le da nombre, con pasos de madera o piedra construidos sobre ellas, permite disfrutar de un recorrido prácticamente llano entre la vegetación típica del valle. Una vez cruzado el río Glorieta el trazado se incorpora al recorrido del camino del molino del Glorieta, compartiendo el tramo final hasta el aparcamiento del Mas de Forès.
(El perfil representado se correspondería al tramo entre el punto más meridional (ermita de Butsènit) y el punto más septentrional del recorrido (Parque de la Mitjana).)
El templo está situado en las laderas orientales de las montañas de Prades, en la orilla izquierda del río Glorieta. Debido a la gran devoción del pueblo de Alcover por la Virgen de los Remedios (Mare de Déu del Remei) y al esplendor económico local, se decidió construir una ermita sobre un antiguo templo del siglo XVI dedicado a san Antonio Abad.
El actual santuario fue construido por el Ayuntamiento y los vecinos entre los años 1761 y 1772, según consta en la moldura de coronamiento de la fachada, siendo bendecido en 1779. Destaca su fachada barroca, donde aparece una hornacina con la imagen de san Antonio y un rosetón octogonal, flanqueada por dos torres circulares. Al lado de la ermita se encontraba la casa del ermitaño que cuidaba de ella, actualmente habilitada como restaurante.
La ermita del Remei siempre ha sido un lugar muy visitado no sólo por motivos religiosos. Durante la Fira del Remei, que se celebra en octubre, la gente asiste para venerar y ofrecer flores a la virgen, siendo el lugar elegido por muchas parejas de la zona para contraer matrimonio.
El valle del río Glorieta ha sido tradicionalmente un pilar fundamental para la economía local gracias al aprovechamiento energético del río, por ello ha sido catalogado como patrimonio local de carácter histórico-cultural. Durante los siglos XVIII y XIX la industria papelera se convirtió en el motor económico de la zona, llegando a existir hasta 10 fábricas de papel impulsadas por el agua del río Glorieta, que transformaban trapos en diferentes tipos de papel, como papel blanco florete o papel de estraza.
La finca del Mas de Forés, que ocupa una superficie de 102 ha, contaba con tres de estos molinos cuyas construcciones aún pueden verse en la finca. Varias esclusas a lo largo del río recogían el agua que, mediante una red de canalizaciones y acequias, era transportada hasta las fábricas que finalmente utilizaban su energía para la industria papelera. Junto al molino situado en la parte superior, aún se mantiene un pequeño acueducto que suministraba el agua al molino. La finca pertenece desde el año 2001 al ayuntamiento de Alcover, y cuenta con zona de juegos y picnic, además de diversos paneles informativos de la fauna y flora del valle, en un tranquilo paraje rodeado de vegetación.