Las leguminosas grano se caracterizan por su elevado contenido en proteína, constituyendo una de las principales fuentes de aminoácidos para la alimentación humana y animal, así como por su capacidad de fijación del nitrógeno atmosférico, por lo que las necesidades de aportes nitrogenados en su desarrollo vegetativo son muy reducidas, lo que les confiere una gran importancia desde el punto de vista medioambiental.
Las especies más conocidas y cultivadas como leguminosas grano son los garbanzos, lentejas, judías secas, guisantes secos, habas secas, altramuces dulces, vezas y yeros, y en menor medida las algarrobas, titarros o almortas, alholva y alberjón. Aunque la soja también es una leguminosa se incluye, por su contenido en grasa, dentro del sector de las oleaginosas.
Según la normativa comunitaria, se denominan proteaginosas a los guisantes secos, los altramuces dulces y las habas y haboncillos, debido a esa diferenciación normativa se analizan como un grupo separado del resto de las otras leguminosas grano.
En relación con las proteaginosas, el guisante seco es el cultivo más extendido, seguido de las habas secas y, en menor medida, el altramuz dulce.
En relación con el grupo de otras leguminosas grano, algunas de estas especies se cultivan en las zonas semiáridas españolas, tradicionalmente usadas como plantas barbecheras en nuestros secanos; es el caso de las vezas y los yeros de consumo animal; paralelamente se encuentran otras dos especies mayoritarias, lentejas y garbanzos, de consumo preferentemente humano, teniendo también una entidad reseñable la producción de judía seca. El resto de las leguminosas grano, menos cultivadas, tuvieron una considerable importancia en nuestra agricultura de secano, pero han ido casi desapareciendo con la mecanización del campo, aunque actualmente existe un interés creciente por su recuperación.
En cuanto al sector de las oleaginosas en España, las principales especies cultivadas son el girasol (familia de las compuestas) y la colza y nabina (familia de las crucíferas). Menos representativas son la soja (familia de las leguminosas), la camelina (familia de las crucíferas), el cártamo (familia de las compuestas) y el cacahuete (familia de las leguminosas).
Mientras que en España el girasol es la principal oleaginosa cultivada, sobre todo en el secano y como alternativa al cereal, en la Unión Europea es la colza, situándose como el segundo productor a nivel mundial, por detrás de Canadá.
La soja representa más de la mitad de la producción mundial de oleaginosas, siendo Brasil, Estados Unidos y Argentina los principales productores. La utilización principal de esta especie es para la elaboración de piensos para alimentación animal.
Todas estas especies conforman mayoritariamente el ámbito de los cultivos proteicos, los cuales presentan importantes oportunidades de futuro, derivadas principalmente del plan de proteína nacional que se quiere impulsar, principalmente en el marco de la nueva PAC post 2022. Estos cultivos son además estratégicos para el logro de un sector agroalimentario más sostenible, y por ello encajan con los objetivos del Pacto Verde Europeo, y por supuesto con el Plan Estratégico sobre Proteínas en la UE, que pretende reducir la gran dependencia proteica que tiene la UE, tanto para alimentación animal como para consumo humano.
La campaña de comercialización de estos sectores comprende desde el 1 de julio al 30 de junio del año siguiente.