El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, ha presentado hoy la intervención, en el Foro de la Nueva Economía, del director general de la Organización Internacional de la Viña y del Vino (OIV), Pau Roca, el primer español que ostenta este cargo en los casi cien años de historia de este organismo, lo que supone un reconocimiento de primer nivel a la relevancia de la viticultura española.
Ha subrayado que la historia del sector vitivinícola español es “una historia de éxito”, si bien ha comentado que es un “orgullo no complaciente”. Ha señalado que su mayor preocupación, como ministro, “es la creación de ese valor añadido que significa un retribución suplementaria vía precio de los mercados”, que no es una asignatura pendiente, sino una línea en la que “continuar trabajando”.
En este sentido, ha destacado que el Ministerio ha desarrollado una “Hoja de Ruta”, a propuesta de la Organización Interprofesional del Vino de España, que recoge medidas para dotar de mayor estabilidad al sector. Como la de establecer unos requisitos mínimos de calidad para los vinos producidos fuera de denominación de origen; un mayor control de los subproductos de destilación; así como la aplicación de un mecanismo para ajustar la oferta a la demanda a través de la retirada del mercado de determinadas categorías de vino para mejorar la retribución del resto.
Durante la presentación, Planas ha destacado el gran valor económico, social y cultural de la vitivinicultura, del que España es un referente mundial con más de 950.000 hectáreas de viñedo, con un 75 % de la producción que se corresponde a vinos de calidad, una exportación por más de 3.000 millones de euros de exportación, 18 millones de jornales y unas 4.000 bodegas, de las que dos tercios son cooperativas.
Planas ha reiterado los esfuerzos del Gobierno de España para revertir la situación provocada por la imposición de aranceles por parte de EE.UU, a los vinos embotellados españoles. Ha confiado en que esta semana la Comisión Europea haga públicas más medidas compensatorias, a petición de España, para apoyar a los sectores afectados y que el Gobierno los complementará para apoyar al sector, porque es necesario mantener o incluso aumentar la presencia en el mercado estadounidense, porque es un “escaparate para los países terceros”.
De cara al futuro, el ministro ha señalado los retos a los que tiene que hacer frente el sector como el cambio climático, la digitalización o atender a los nuevos hábitos de consumo y atraer a los más jóvenes.
Para afrontar estos retos, el Ministerio tiene una intensa tarea en Bruselas de cara a la negociación de la próxima PAC post 2020 y es un objetivo estratégico de España, comunidades autónomas y del sector preservar los fondos de esta política, ha destacado Planas. En este sentido, es un logro, ha comentado, la pervivencia del Programa de apoyo al sector del vino, así como que las autorizaciones de viñedo continúen más allá de 2030.