El ministro asegura que estamos en una década decisiva con un horizonte lleno de objetivos novedosos e históricos
Destaca que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación tramitará este año el proyecto de Ley sobre Pérdidas y Desperdicio Alimentario
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha participado esta tarde en el coloquio titulado “El futuro del sector de la alimentación en España”, organizado el Club Siglo XXI. En su intervención, que ha ido seguida de un turno abierto de preguntas, Luis Planas ha aprovechado para señalar que la demografía y las nuevas tendencias de consumo constituirán dos grandes factores que marcarán los sistemas alimentarios, en un contexto en el que “la alimentación humana está vinculada al futuro del planeta, donde la falta de alimentos es en sí misma una pandemia”. Por ello, “será necesario emprender un profundo cambio de estructuras a través del I+D+i, que resultará clave para aumentar la productividad manteniendo la superficie agraria para dar de comer a una población creciente que FAO cifra en 9.000 millones de habitantes para 2050”. Desde la irrupción de la pandemia, el sector agroalimentario ha crecido en consideración y prestigio, gracias a su comportamiento en la provisión de alimentos para la población y al mantenimiento de su capacidad exportadora al más alto nivel. En España, este sector supone el 10,7 % del Valor Agregado Bruto (VAB) de la economía, casi equivalente a su peso en Producto Interior Bruto (PIB). Y en cuanto al capítulo de exportaciones, en un año tan difícil como el 2020, ha generado 55.746 millones de euros en exportaciones (un 3,9 % más que el año anterior) con saldo positivo de 18.076 millones de euros (un 28 % más que en 2019). Por tanto, en España el agroalimentario es un sector potente y diverso, con unas producciones que van desde la agricultura continental hasta la subtropical, y una buena posición para afrontar el futuro. Pero esta capacidad productiva y su fuerte carácter competitivo requieren evolucionar hacia un modelo que responda con garantías a los grandes desafíos del sector. Estamos en una década decisiva que tiene en el horizonte objetivos totalmente novedosos e históricos en lo que se refiere al sistema alimentario. En este sentido, las transformaciones más importantes tienen que ver con el logro de sistemas productivos sostenibles y de economía circular; la innovación y digitalización de los procesos; y la vertebración del territorio mediante el relevo generacional en el medio rural. DESPERDICIO ALIMENTARIO El ministro Planas también se ha referido a las pérdidas y el desperdicio alimentario, que se estima en un tercio de los alimentos del mundo. Además desperdiciar alimentos supone también un gran impacto al medio ambiente, así como el despilfarro de recursos escasos (agua, energía, superficie…) y del tiempo de trabajo de agricultores y ganaderos. En este contexto, ha trasladado que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación llevará este año al Consejo de Ministros el proyecto de Ley sobre Pérdidas y Desperdicio Alimentario con el fin de prevenir y reducir las pérdidas y el desperdicio en todos los eslabones de la cadena. Entre las claves de la producción alimentaria del futuro, ha mencionado la inteligencia artificial y la robotización; el desarrollo de proteínas alternativas; la agricultura regenerativa, la edición genética o la salud del microbioma, entre otros aspectos.