El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, ha señalado que este 2019 está previsto que la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) ponga en marcha la nueva extensión de norma que permitirá afrontar los desafíos futuros del sector vitivinícola, que cuenta con el apoyo del Ministerio.
Planas ha inaugurado el acto “Born to be wine”, organizado por OIVE y AgroBank, que cuenta con la participación de expertos del sector, así como de diversas disciplinas relacionadas con la salud, la mercadotecnia, el periodismo, la gastronomía o la distribución.
La jornada permitirá recabar información para emprender futuras estrategias y mejorar el posicionamiento del vino español en los mercados. Hay que apostar por la innovación e incorporación de las nuevas tecnologías, desde la producción hasta la comercialización, para hacer frente a la creciente competencia exterior, las fluctuaciones en la producción, el estancamiento del consumo, el cambio climático y las nuevas demandas de los consumidores, según el ministro.
Respecto a la extensión de norma (mecanismo de financiación con el que cuentan las interprofesionales para realizar distintas actuaciones como la promoción o la investigación, entre otras), Planas ha mostrado el “firme apoyo” del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a esta nueva extensión de norma, porque demuestra la madurez y viabilidad del proyecto.
Ha resaltado que con la puesta en marcha de este mecanismo, la Organización Interprofesional del Vino de España podrá llevar a cabo actuaciones para facilitar e incrementar el acceso a mercados exteriores, mitigar y adaptarse al cambio climático, fomentar la calidad, así como diseñar una estrategia sectorial que dote al sector de estabilidad y seguridad.
Ha valorado el papel de las interprofesionales, de las organizaciones de productores y del sector cooperativo para mejorar la regulación del mercado y lograr un mayor valor añadido.
Las interprofesionales, herramienta clave para afrontar los retos de futuro
Planas ha puesto en valor el trabajo de la OIVE, reconocida en 2014 como Organización Interprofesional Agroalimentaria y en la que está representada el conjunto del sector vitivinícola. Es uno de los instrumentos fundamentales con los que cuenta el sector para dar respuesta a los retos a los que debe enfrentarse en un mundo globalizado, ha comentado.
El ministro ha brindado el apoyo de la Administración al sector y a la interprofesional del vino y ha señalado que “hay que apoyar los buenos esfuerzos” para abordar con éxito los desafíos futuros a los que hay que dar respuesta para lograr una retribución justa para toda la cadena.
En este sentido, ha señalado que el sector tiene a su disposición los fondos del Programa de Apoyo al Sector del Vino Español 2019-2023. Entre sus medidas, figuran ayudas a la reestructuración de viñedo (75 millones de euros), a inversiones (54 millones de euros) y la promoción (50 millones de euros) para impulsar la imagen de los vinos españoles en el exterior.
España, referente mundial vitivinícola
Ha incidido en que el sector es un referente mundial vitivinícola, tanto por la variedad como por la calidad de sus vinos, además de un sector estratégico. Se trata de un cultivo que tiene presencia en todas las comunidades autónomas.
España cuenta con la mayor superficie de viñedo de Europa, con algo más de 953.000 hectáreas, lo que supone el 30 % del total de la Unión Europea (UE), seguida por Francia e Italia. En cuanto a producción, los vinos españoles son los más exportados y el país es, tras Italia, el segundo productor vinícola del mundo.
Ha animado al sector a prestar atención a los nuevos hábitos de consumo y, en este sentido, ha comentado que la apuesta por la producción ecológica, así como por la calidad de los vinos –con 136 figuras de calidad diferenciada, entre denominaciones de origen protegidas e indicaciones geográficas protegidas- son aspectos que encajan en los nuevos estilos de vino de los consumidores.
En la actual campaña 2018/2019 (en pocas semanas comenzarán las primeras vendimias) la producción rondará los 50 millones de hectolitros de vino y mosto, lo que supone un 42 % más frente a la de la campaña pasada y un 14 % más que la media de las cinco últimas.