El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha clausurado hoy la XIX Jornada Técnica de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), donde ha subrayado que la modernización de regadíos es una cuestión clave para la sostenibilidad y el futuro de nuestra agricultura. Para ello, el ministro considera necesario apostar por las nuevas tecnologías, la digitalización y la innovación, como elementos fundamentales para garantizar la viabilidad de futuro del medio rural.
En su intervención, Planas ha destacado que España es el primer país en superficie regada de la Unión Europea, con más de 3,7 millones de hectáreas, lo que supone el 22% de la superficie cultivada y el 67% de la producción vegetal. Cerca del 53% de esta superficie es de riego localizado, lo que sitúa a nuestro país como líder mundial en la implantación de este sistema.
El ministro ha insistido en la importancia del regadío para la agricultura, ya que permite incrementa la producción y el valor añadido, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida de los agricultores y a fijar la población en el medio rural.
Para continuar la modernización de los regadíos, el Ministerio apuesta por una política territorial, equilibrada, sostenible y ordenada, en el convencimiento de que el futuro del medio rural pasa por potenciar el triángulo mujeres y jóvenes, innovación y digitalización, y regadío sostenible.
PLAN DIRECTOR DE REGADÍOS
En este ámbito, el Ministerio trabaja en la elaboración de un Plan director de regadíos que priorizará las actuaciones a realizar en el territorio nacional en base a criterios objetivos y que respondan a una planificación equilibrada y sostenible, que genere una mayor cohesión económica y social.
Además de las obras de modernización de regadíos, Planas ha detallado que el Ministerio impulso el uso de las nuevas tecnologías por parte de los regantes, mediante iniciativas como el Sistema de Información Agroclimático para el Regadío (SIAR) y el Centro Nacional de Tecnología de Regadío (CENTER)
Y en el ámbito europeo, España defiende que la Política Agrícola Común apueste por los sistemas modernos y sostenibles de riego y por la gestión del agua.