El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se ha reunido hoy, por videoconferencia, con los responsables de la Asociación de Cerveceros de España, con quienes ha analizado los efectos que está teniendo la crisis sanitaria de la COVID-19 en el mercado del lúpulo y la cebada con destino a malta.
Durante la reunión, Planas ha señalado que el sector cervecero puede beneficiarse de las iniciativas que ha puesto en marcha el Gobierno para paliar los efectos de esta crisis, cuyo principal objetivo es garantizar la continuidad de los profesionales, las empresas y los trabajadores, con medidas para mantener su liquidez o facilitar la reestructuración temporal laboral.
Según los últimos datos, la evolución del consumo de cerveza, desde que se decretó el estado de alarma, ha disminuido por el cierre de bares y restaurantes, aunque esta situación se ha visto en parte compensada por un incremento del consumo en los hogares. Es de esperar que, según se vaya produciendo la desescalada, esta situación coyuntural revierta y vuelvan las tendencias positivas de los últimos años.
En el sector del lúpulo no se han registrado incidencias significativas. Las tareas en el campo de este cultivo se han podido llevar a cabo con normalidad, gracias a las medidas establecidas para permitir la actividad y desplazamiento de personal en los sectores esenciales, como el agrario. Además, el sector del lúpulo tiene asegurada contractualmente la salida comercial de su producción hasta 2024.
Sin embargo, el descenso en el consumo de cerveza ha disminuido la demanda de cebada maltera, si bien su producción se ha podido destinar en parte a la producción de piensos.