14 de octubre del 2021
HOY, EN LA INAUGURACIÓN DEL “I FORO DEL RETAIL Y DEL GRAN CONSUMO”, ORGANIZADO POR EL ECONOMISTA
Galería multimediaEl ministro Planas señala que los récords de exportaciones, a pesar de la pandemia, incrementan el prestigio internacional y la capacidad para transmitir confianza del sector
El PERTE agroalimentario estará orientado al incrementar la competitividad, fomentar la sostenibilidad y garantizar la seguridad alimentaria
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha ensalzado la fortaleza del sector agroalimentario español y ha defendido la necesidad de situarle en el centro de una recuperación justa, ya que ha demostrado ser “parte esencial de la riqueza productiva de nuestros país”. Ha sido durante la inauguración del “I Foro del retail y del gran consumo”, que ha organizado El Economista y que también ha servido de contexto para la presentación de ‘Ecoretail’, portal web especializado en el gran consumo. El Foro es un nuevo espacio de reflexión que ha dedicado esta primera edición a analizar los escenarios y prioridades en la recuperación pospandemia, El ministro Planas ha aprovechado el contexto para invitar a la reflexión sobre el comportamiento poderoso y eficaz del sector agroalimentario durante la crisis. No sólo mantuvo abastecida a toda la ciudadanía española en los momentos más difíciles, sino que fue capaz de batir récords de exportación. En los últimos 12 meses (hasta julio de 2021) las exportaciones agroalimentarias españolas han superado los 57.000 millones de euros, con un saldo en la balanza comercial favorable de más de 20.000 millones de euros. Para el ministro, se trata de un sector “capaz de competir bien, tanto en la Unión Europea como en el mundo globalizado”. Según Luis Planas, son datos que suman prestigio internacional al sector y que incrementan su capacidad para transmitir confianza. Un activo más para seguir creciendo como en las últimas dos décadas. En los últimos 20 años, las exportaciones españolas de bienes en general se han duplicado, mientras que en el sector agroalimentario se han triplicado. Más en concreto, el sector de la alimentación y bebidas es la primera rama manufacturera del sector industrial. Un motor de desarrollo, puesto que, con su tejido de más de 30.500 empresas, da trabajo a más de medio millón de personas que habitan, mayoritariamente, en zonas rurales, y unas 3.300 cooperativas con alrededor de un millón de asociados. “Todo ello actúa como el oxígeno económico y social del medio rural”, ha recalcado. El ministro Planas se ha referido a esta fortaleza no como una improvisación, sino como fruto del esfuerzo y conocimiento de quienes trabajan a lo largo de la cadena, que han convertido a España en el cuarto país exportador de la Unión Europea y el octavo mundial de productos agroalimentarios. El sector agroalimentario español es “un modelo de referencia del que podemos estar orgullosos, producto del trabajo de grandes profesionales a lo largo de muchos años”. DESAFÍOS El titular de Agricultura, Pesca y Alimentación también se ha referido a los retos que se plantean al sector, independientemente de la pandemia. En este sentido, ha recordado que el sistema alimentario está obligado a satisfacer la demanda de una población mundial creciente con un modelo productivo sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental. En definitiva, se trata de producir más con menos. Luis Planas ha aludido a la digitalización e innovación como herramientas que van a resultar imprescindibles en la consecución de ese objetivo El ministro ha asegurado que así lo considera el Gobierno de España. Prueba de ello es el PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) agroalimentario que se está elaborando, junto al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Ha puntualizado que se basará en tres ejes: aumentar la competitividad, a través de la digitalización y la inteligencia artificial; fomentar la sostenibilidad, vía ahorro en el uso de insumos (energía, agua….); y garantizar la trazabilidad y seguridad alimentaria. Asimismo, el ministro ha hecho referencia a la reciente aprobación en Consejo de Ministros del proyecto de Ley de Prevención sobre las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, una normativa que va a afectar a todos los agentes de la cadena alimentaria, que, en muchos casos ya están incorporando estrategias para eliminar el desperdicio de alimentos. Para el ministro, el desperdicio alimentario es inasumible en términos económicos, sociales y medioambientales. Ha apostado por la innovación y las producciones sostenibles como señas de identidad del sector agroalimentario, sin perder rentabilidad económica. La idea es aprovechar las inversiones y reformas que están en marcha para que un sector, competitivo y sostenible, siga siendo un motor de generación de riqueza y empleo en el medio rural. A este respecto, el ministro ha animado a las empresas a seguir avanzando en la vanguardia de la innovación y el valor añadido y se ha mostrado optimista ante un escenario del que el sector agroalimentario puede salir más fuerte que cuando irrumpió la crisis sanitaria.