La buena calidad de nuestros vinos, de la uva de mesa y de otros productos derivados del cultivo de la vid depende del cuidado de las vides, tanto en su laboreo, en la selección y acondicionamiento del terreno como en la prevención y control de plagas y enfermedades.
Las labores a realizar a lo largo del año dependerán de la zona geográfica en la que nos encontremos y las variedades de uva que cultivemos.
El ciclo biológico de la vid se repite un año tras otro en todos los viñedos del mundo. Su ciclo vegetativo comienza como un esqueje, que se transforma en una vid joven antes de alcanzar la madurez y la plena producción, que disminuirá con el paso del tiempo. Cuanta más edad tiene una cepa mejor vino se obtiene de ella, ya que sus raíces son más profundas y aprovechan mejor los recursos del subsuelo que las vides jóvenes. Se ha podido documentar cepas con centenares de años de antigüedad que siguen en producción, pero lo habitual es que las vides se arranquen con una madurez de 40 y 50 años debido a que a partir de cierta edad la producción de racimos suele ir decreciendo.
El ciclo de la vid comienza en el mes de enero con la poda. Tras el período de reposo invernal, en la primavera, la savia asciende por la planta y aparecen los primeros pámpanos sobre los sarmientos desnudos, posteriormente, irán apareciendo las hojas. Este es el momento adecuado para la plantación de las vides nuevas y la reparación de las espalderas.
A finales de mayo o primeros de junio aparecerán los embriones de las flores, produciéndose la plena floración en junio. La uva sigue el proceso de desarrollo durante todo el verano, y debe estar bien madura para su recolección. El momento de la vendimia dependerá del tipo de vino que se quiera producir, midiendo el nivel de azúcares, de acidez, etc.
Durante todo el ciclo se llevarán a cabo procesos de abonado, tratamientos contra las enfermedades y plagas, despuntes, enveros, aclareos, etc. La Biblioteca del MAPA dispone de numerosa bibliografía para profundizar en esta materia.
El ciclo finalizaría con la vendimia que puede ser manual o mecanizada, la vendimia manual se reserva principalmente para la obtención de vinos más selectos.
Tras la vendimia se preparan las vides para el reposo invernal, se abona la tierra, se podan los sarmientos grandes y se realizan los tratamientos contra el mildiu. Se vuelve a cavar el terreno, comienza la poda y, con ello, el nuevo ciclo.