Durante décadas, sólo se reconocían 24 serotipos del VLA. Pero, basándose fundamentalmente en el desarrollo de nuevas tecnologías moleculares, en los últimos años los investigadores han descrito nuevos serotipos del VLA, como el VLA-25 (cepa TOV) en Suiza, el VLA-26 en Kuwait, el VLA-27 (variantes 01, 02 y 03) en Córcega (Francia), el VLA-XJ1407 en China o una cepa del VLA aislada en una vacuna contra la viruela ovina (VLA derivada de la vacuna SP).
Dado que estas nuevas cepas atípicas del VLA no han provocado pérdidas económicas, hasta ahora no se han aplicado medidas de restricción en las regiones afectadas. De hecho, la legislación de la UE no considera estas nuevas cepas atípicas como VLA a efectos de notificación y control.
Desde el punto de vista del diagnóstico de laboratorio, se recomienda disponer de RT-PCR del serogrupo del VLA dirigidas a diferentes segmentos del genoma del VLA (por ejemplo, los segmentos 10 y 5), ya que en general estas cepas se detectan con las rRT-PCR dirigidas al segmento 10 diseñadas para cepas clásicas, como el método descrito por Hoffman et al. 2008a y 2008b, pero no se detectan, o con mucha menor sensibilidad, con rRT-PCRs dirigidas a otros segmentos, como el 5, diseñadas para cepas clásicas, como el método descrito por Toussaint et al. 2007.
Una confirmación diagnóstica definitiva sólo es posible mediante métodos clásicos de neutralización y/o métodos moleculares dirigidos al segmento 2. Para ello, se recomienda intentar el aislamiento del virus utilizando todos los métodos disponibles para obtener virus cultivados en alta concentración y llevar a cabo la caracterización completa.