La familia Tephritidae incluye más de 5.000 especies clasificadas en 500 géneros, los cuales se encuentran distribuidos por todo el mundo, a excepción de la Antártida. Muchas de estas especies se denominan vulgarmente “moscas de la fruta” y provocan daños significativos en la producción de muchas frutas y frutos vegetales.
Dentro de esta familia destacan los géneros Anastrepha, Bactrocera, Ceratitis, Dacus y Rhagoletis. Muchas especies de estos géneros tienen una naturaleza polífaga y, debido a su capacidad adaptativa, están consideradas especies invasivas. La importancia de estas plagas reside además de en su gran capacidad de adaptación a diferentes condiciones medioambientales, en el daño que pueden provocar en un amplio rango de frutas provocando la pérdida de su valor comercial y las pérdidas potenciales que pueden provocar estas plagas en los mercados de exportación.
Anastrepha ludens puede afectar a más de 30 especies, aunque tiene predilección por los cítricos. Es nativa del noreste de México, aunque algunos estudios apuntan a que también puede ser nativa de Nicaragua y Costa Rica. Actualmente se encuentra distribuida por América Central y algunas partes de Estados Unidos.
Ceratitis rosa es una especie polífaga que puede afectar a más de 100 especies distintas, como tomate, mango, manzana, higuera, naranja dulce o chirimoya.
Se encuentra ubicada en los países de la costa índica del continente africano y en Burkina Faso.
Rhagoletis pomonella es una plaga importante del cultivo del manzano, aunque los frutos del árbol silvestre majuelo (Crateagus spp) son muy susceptibles.
Se encuentra ampliamente distribuida por América del Norte.
Dacus ciliatus y Dacus frontalis afectan principalmente a frutos de cucurbitáceas, donde destacan calabaza, melón, sandía y pepino.
Dacus ciliatus se encuentra distribuida por África y Asia, mientras que Dacus frontalis se encuentra ampliamente distribuida por el continente africano.
Las especies de Tephritidae no europeos son frugívoras y, por lo tanto, el daño empieza cuando las hembras de estas especies depositan sus huevos dentro del fruto y sus larvas empiezan a alimentarse. Cuando las hembras de estas especies realizan la oviposición, al principio la picada es casi imperceptible o incluso puede llegar a ser totalmente indetectable. En algunos casos esta imperceptibilidad puede darse durante todo el desarrollo de los frutos. Este hecho a veces puede observarse en frutos de plantas cucurbitáceas como la calabaza, ya que únicamente cuando se abre puede observarse su descomposición interna.
Sin embargo, por norma general después de un tiempo los síntomas externos en los frutos son observables y muchas veces, pasado un tiempo, alrededor del orificio de oviposición se genera una decoloración o incluso una necrosis.
Una vez las larvas emergen de los huevos, éstas comienzan a alimentarse y a formar galerías, muchas veces en todas direcciones. Cuando un solo fruto está infestado por varias larvas, en las primeras etapas de alimentación puede llegar a deformarse. En fases más avanzadas de infestación, la mayoría de los frutos se descomponen.
Las especies no europeas de la familia Tephritidae: Anastrepha ludens, Bactrocera cucurbitae, B. dorsalis, B. latrifons, B. zonata, Ceratitis rosa, Dacus ciliatus, D. frontalis, D. vertebratus y Ragholetis pomonella se encuentran recogidas en el Anexo II, parte A, del Reglamento de Ejecución (UE) 2019/2072, como organismos cuarentenarios de la Unión, de cuya presencia no se tiene constancia en todo el territorio.
En el Reglamento 2019/1702 de Lista de Plagas Prioritarias, se citan a las especies Anastrepha ludens, Bactrocera dorsalis, Bactrocera zonata y Ragholetis pomonella.
Para luchar contra esta plaga en nuestro país, el MAPA en colaboración con las Comunidades Autónomas aprobó un Plan de Contingencia de Tefrítidos no Europeos (Anastrepha ludens, Bactrocera cucurbitae, B. dorsalis, B. latifrons, B. zonata, Ceratitis rosa, Dacus ciliatus, D. frontalis, D. Vertebratus y Rhagoletis pomonella)
En España, las trampas más utilizadas para la captura de machos de Tefrítidos no europeos (B. dorsalis y B. zonata) son las trampas Jackson o Delta con paraferomona metil eugenol, ya que son las que mejor se adaptan a las condiciones climáticas del país.
La trampa tipo McPhail con la levadura de Torula se utiliza para la captura de individuos del Anastrepha sp.
Para la captura de machos de Ceratitis rosa se han venido utilizando trampas Nadel con la paraferomona Trimedlure.