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La tifosis aviar y la pullorosis se encuentran entre las enfermedades bacterianas más importantes que afectan a las aves de corral. Generalmente sólo las aves jóvenes presentan síntomas de pullorosis, con un índice de mortalidad variable, que en ocasiones puede llegar al 100%. La tifosis aviar es similar a la pullorosis en aves jóvenes, pero también afecta a aves en crecimiento y adultas. Ambas enfermedades se encuentran mundialmente distribuidas.
Respecto al potencial zoonósico, Salmonella gallinarum y S. pullorum son especies aviares adaptadas al hospedador y se considera que tiene muy poco riesgo zoonósico. A pesar de ello, pueden causar brotes de salmonelosis en humanos.
Agente causal: Salmonella gallinarum y S. pullorum son dos biovariedades distintas de la especie S. entérica.
Hospedadores: aves de corral.
Periodo de incubación y transmisión: El período de incubación es de 4 a 6 días. La tifosis se transmite rápidamente por vía horizontal, mediante la ingesta de heces infectadas por pollos sanos, permitiendo una rápida propagación de la enfermedad. La transmisión vertical de estas enfermedades complica su control: las gallinas se convierten en portadoras infectadas de forma subclínica y transmiten la infección a sus embriones, en el huevo. Aunque sólo alrededor de un 3% de los huevos puestos por gallinas infectadas portan la bacteria, esto es suficiente para difundir la enfermedad, dado que los pollitos eclosionados a partir de huevos infectados actúan como fuentes de infección.
Por otro lado, pueden actuar como vectores mecánicos de la enfermedad artrópodos, roedores, aves silvestres e incluso los humanos.
LNR: Laboratorio Central de Veterinaria de Algete
UE
España
OMSA (Organización Mundial de Sanidad Animal)