En verdes ramas nací, en molino me estrujaron, en un pozo me metí, y del pozo me sacaron a la cocina a freír.
El término “aceite” proviene etimológicamente de la palabra árabe “az-zait” que significa “jugo de la oliva”. La industria del aceite de oliva es un negocio ancestral que ha sido objeto de un importante proceso de modernización en las últimas décadas. Así, almazaras, trujales, molinos de aceite y otros establecimientos ligados a la industria olivarera han evolucionado desde los métodos más tradicionales a una industrialización casi completa.
Pero del olivo también obtenemos otros productos como aceitunas de mesa, jabones (Jabón de Alepo, Jabón de Marsella, etc.) y cosméticos.
Su madera es muy apreciada en ebanistería, además de ser un excelente combustible y ser muy adecuada para la fabricación de carbón vegetal por sus propiedades caloríficas.