Resumen: Ante el paso de la agricultura desde un sistema de economía planificada a otro de economía de mercado, en la Europa Central y del Este y en la antigua Unión Soviética, se intenta perfilar un esquema de estrategia de ayuda e investigar si dicha estrategia se adecúa a la idea de las dificultades de la transición y de las necesidades de reconstrucción. Durante los dos años del proceso del cambio, han surgido diversos problemas que se analizan y para los que se apuntan posibles soluciones. Hay que partir de la base de que un entorno macroeconómico estable es la clave del ajuste sectorial. El avance hacia esta estabilización se ha visto retardado por la subvención al sector agrario, que apuntala la antigua explotación colectiva. Sin embargo, un programa que contemplase el conjunto de los sectores, incluido el de la agricultura, estimularía la inversión privada que, al no estar condicionada por pasadas estructuras colectivas, tiende hacia una mayor especialización en producciones agrícolas más rentables. En cuanto al sector financiero, la mayor parte de la ayuda internacional se ofrece a través de préstamos más que de subvenciones. Esto choca con los programas de gobierno que intentan controlar el crédito mediante préstamos dirigidos. La financiación privada es casi inexistente; los problemas se refieren a la distribución intersectorial de los créditos, ya que ello influye en el equilibrio macroeconómico y habría que alcanzar criterios de distribución que facilitasen el ajuste sectorial