Resumen: Se comenta el conjunto de trabajos presentados bajo el título «Agricultura y comercio internacional». La aportación de Valdés llama la atención sobre los problemas comerciales que afligen a los países en vías de desarrollo, en un mundo en el que los países más ricos tienen problemas de excedentes agrícolas y los más pobres se enfrentan a la tragedia del hambre. Destaca la significación de la relación real de cambio como pieza clave en la rentabilidad de los productos agrarios comercializados. Especial hincapié se hace con datos obtenidos en países como Filipinas y Colombia. Thomas, analiza bajo prismas muy diversos, el tema controvertido de la deuda de los países subdesarrollados, que como se sabe, es objeto de continuos debates en los foros mundiales. Partiendo de un símil entre países y empresas trata de aplicar unos métodos equivalentes. Hay una especial referencia al problema de la solvencia de los países y sus consecuencias. Lohoar, de Gorter y Mc.Clatchy intentan utilizar nuevos conceptos en el área de las distorsiones comerciales. La introducción de la «relación o coeficiente de distorsión» en los precios del mercado mundial aporta una medida útil para detectar el impacto de determinadas políticas agrarias. Denbaly y Williams abordan dos puntos de gran interés. El primero está relacionado con la incidencia de la política monetaria en el comercio exterior agrario afectando a algunos países en particular y a la situación del precio mundial. El segundo concierne a la idea de contrastar el modelo con el mercado mundial de cereales y que según los autores, ha sido respaldado mediante una simulación histórica.