Resumen: En este trabajo se insiste que el mantenimiento de la diversidad cultural (referida en particular al conjunto de las culturas rurales basadas en sistemas productivos primarios: agrícolas, ganaderos y forestales), es condición necesaria de la conservación de la diversidad biológica, pues ésta no sólo ha sido conservada por la acción de estas culturas sobre sus medios ecológicos respectivos sino que también es en una buena parte producto de esa interacción, es decir, productos de los agrosistemas tradicionales. Asimismo se analiza cómo los sistemas agrarios son conservadores y productores de biodiversidad, describiendo las estrategias productivas campesinas y sus relaciones con los marcos ecológicos que albergan a las culturas locales, y, en particular, las relaciones entre los ecosistemas naturales de base, los ecosistemas transformados o agrosistemas y los sistemas socioculturales de los grupos locales. Tras exponer brevemente algunas de las perspectivas teóricas y aplicaciones prácticas de los estudios sobre los sistemas de conocimiento local (capítulo tercero), se termina con algunas consideraciones sobre un modelo de desarrollo basado en la diversidad biológica y cultural y sustentable y el papel de ese modelo de las culturas locales y su acervo de conocimientos sobre la biosfera y los procesos biológicos.