Resumen: El sector rural en América Latina ha cambiado profundamente durante las últimas décadas a raíz de las transformaciones en la tenencia de la tierra, la tecnificación e intensificación de la agricultura empresarial, la agroindustrialización, y los procesos de liberalización y globalización de la economía rural. Los mercados de tierra, trabajo y capital se han vuelto más flexibles y competitivos. El argumento central del trabajo es que la modernización rural en América Latina se está desarrollando sobre la base de la exclusión de la mayoría del campesinado. El futuro del campesinado se vislumbra reducido a una situación de permanente semi-proletarización en la cual la venta de fuerza de trabajo predomina por sobre la actividad productiva realizada en la economía campesina sin que esta última sea necesariamente destruida.