Resumen: La reforma de los Fondos Estructurales ha concentrado las acciones comunitarias en determinadas regiones en las que se plantean problemas de desarrollo agudos. No siempre han sido posibles, o no han tenido aplicación formal, una visión integrada o un intento de coordinación de esas acciones. Las acciones de desarrollo rural han generado posibilidades de innovación y han dado respuesta a necesidades que hasta entonces no habían sido tomadas en consideración. Es pronto para saber las categorías socioprofesionales que se han beneficiado principalmente de las acciones comunitarias. Con todo, parece que el dinamismo y la capacidad de realización y de absorción de las ayudas se corresponden con zonas que han alcanzado ya un determinado nivel económico. Las regiones restantes, más retrasadas, deben beneficiarse al menos en medidas encaminadas a reducir su aislamiento y a favorecer su apertura al exterior.