Resumen: El autor indica el análisis de la población agrícola mundial desde una óptica parcial, pero de gran trascendencia, cual es que esta población suministre la imprescindible alimentación al planeta. Y en este reto, el mayor esfuerzo ha de corresponder a los países en vías de desarrollo, los cuales deberán atender en las próximas décadas a la alimentación de su creciente población, incrementada a un ritmo demográfico superior al de los países industrializados, tratando a la vez de mejorar el hoy insuficiente nivel alimentario de su población. Por otro lado, en los países desarrollados se está produciendo un progresivo envejecimiento de la población, que origina la natural saturación de la demanda. Y ello unido a la dificultad para cambiar ciertas estructuras productivas y a la desaceleración en la movilidad de la mano de obra rural, hace muy poco probable que en la década de los ochenta puedan estos países hacer frente al reto alimentario que solidariamente les es exigido. No obstante podrán ayudar muy eficazmente a los países en vías de desarrollo mediante un apoyo tecnológico y científico.