Resumen: El proceso de profesionalización de franjas crecientes del campesinado gallego está produciendo una profunda crisis en la identidad grupal de este segmento social. La quiebra de la identidad basada sobre una forma de vida y sus sustitución, progresiva y contradictoria, por identidades parciales erguidas sobre la profesión responde a corrientes de fondo que comienzan a operar en el paisaje social gallego al comienzo de la década de los sesenta y que, a la postre, suponen la redefinición en términos histórica y culturalmente novedosos de qué es ser campesino. Estos procesos maduran en un momento en el que España se integra en la Comunidad Europea y, por lo tanto, pasa a ser objeto del diseño de sociedad que, en germen, se halla dibujada en la PAC. Los procesos, inicialmente de origen endógeno, que tienen lugar en Galicia, serán reforzados por la aplicación de esa política, viéndose favorecidos ciertos grupos que están asumiendo una incipiente identidad profesional, mientras otros, atados todavía a una identidad tradicional, se verán abocados a la marginalidad social.