Resumen: Los Estados Unidos se han convertido en una economía de servicios. Este tipo de economías tiende a excluir a las industrias extractivas y de fabricación. La agricultura norteamericana ha sobrevivido gracias a que se ha adaptado a las ventajas de la economía de servicios, pero las estrategias de supervivencia han comprometido el ideal de la explotación familiar. Otras adaptaciones para proteger el sector agrícola en economías de servicios plantean amenazas al libre comercio internacional.