Resumen: El objetivo de este artículo es reflexionar sobre el problema de la incertidumbre en el proceso de cambios y evolución de los agricultores y las sociedades rurales locales. La incertidumbre, interpretada como «ser dependiente de» -es decir, una situación, unas condiciones que no dependen del agricultor-, es sin duda un factor de cambios en la agricultura que «alimenta» esos cambios. Esto significa que ciertos cambios en la gestión agrícola son una protección contra la amena aportada por la incertidumbre. Por otra parte, la dinámica y el desarrollo, a la vez que conducen a la agricultura a nuevas áreas, a nuevas condiciones técnicas, económicas y sociales, la enfrentan a nuevas incertidumbres, a nuevas amenazas. En conclusión, el autor cuestiona la opinión de muchos estudiosos según la cual, en la agricultura, la incertidumbre -que a veces adquiere carácter de amenaza- es un estado desfavorable, mientras que una situación en la que no exista incertidumbre, o sea la mínima posible, es ideal. Y se pregunta si la limitación de la excesiva eliminación de incertidumbre no conseguiría mayor poder económico para el sector agrícola y una mayor capacidad de «penetración» de éste para llegar a acuerdos con otros sectores.