Resumen: Este trabajo identifica los principales retos y líneas directrices de las políticas gubernamentales en el campo de la gestión de riesgos en la agricultura, con particular énfasis en las buenas prácticas políticas en un entorno internacional. Se desarrollan cuatro ideas principales. Primera, una buena política y un buen análisis de políticas requieren una aproximación global. Máxime porque los riesgos están interrelacionados e interactúan con las estrategias del productor y con los programas y regulaciones del gobierno. Segunda, el objetivo último de la política gubernamental, esté motivada por fallos de mercado o por razones de equidad, necesita identificarse con precisión para analizar su ámbito y naturaleza, y determinar así las medidas más apropiadas. Tercera, debe tenerse en cuenta el contexto de todas las medidas de apoyo a la agricultura porque existen potenciales efectos relacionados con la gestión del riesgo, asociados con la mayoría de las formas de apoyo. Esta necesidad es particularmente evidente en los países de la OCDE con altos niveles de apoyo a la agricultura. Cuarta, las medidas de gestión del riesgo deben respetar las disciplinas de los acuerdos internacionales, en particular, el Acuerdo sobre la Agricultura de la Organización Internacional del Comercio. La OCDE ha identificado algunas líneas directrices en este campo.