Resumen: A modo de breves reflexiones este artículo plantea algunas cuestiones teóricas sobre el papel que juega el sindicalismo agrario en el proceso de formulación y ejecución de las distintas políticas estatales relacionadas con la agricultura. Considerando que el fenómeno actual de la concertación económica y social entre los grupos organizados de intereses y los gobiernos expresa la integración de «lo sectorial» en «lo general», el autor de este artículo aborda el problema específico de la agricultura. En este sentido se pregunta si puede mantenerse la idea del «particularismo» del sector agrario al mismo tiempo que se acepta la función «integradora» de dicha concertación económica y social, si tiene la política agraria una naturaleza diferente de la de otras políticas públicas, y si, en definitiva, tiene el Estado unas relaciones particulares con la agricultura. Para responder a estas cuestiones, el autor centra la atención de su artículo en la naturaleza del sector agrario en las sociedades capitalistas occidentales. Señala que, si bien la agricultura es parte integrante del sistema económico capitalista, conserva, sin embargo, una posición original en la división social del trabajo debido a la permanencia del carácter individual y patrimonial del proceso productivo. Esto hace, en opinión del autor, que el Estado se vea en la necesidad de reconocer al sector agrario un cierto margen de autonomía a la hora de aplicar la política agraria. En esta peculiar aplicación de la política agraria las O.P.A.S. juegan un papel fundamental, al convertirse en sus agentes ejecutores mostrándola a los agricultores coma si fuese el resultado del propio grupo social en el que éstos se integran.