Resumen: Un recurso es no renovable si su stock es fijo o si se regenera por medios naturales a tasas demasiado lentas para ser relevantes en la toma de decisiones de las personas. Algunos ejemplos son los suelos, las aguas subterráneas procedentes de acuíferos que no se recargan por medios naturales o los combustibles fósiles. Dado que el volumen total de dichos recursos a consumir por la sociedad en el presente y el futuro es fijo, el consumo en algún momento disminuirá. Ello suscita algunos interrogantes importantes. ¿Cómo asignan los mercados los recursos no renovables entre el presente y el futuro? ¿Cómo se ven afectadas las asignaciones del mercado por la abundancia natural de recurso, el grado de competencia y por la disponibilidad de recursos renovables sustitutivos? ¿La posible e inevitable reducción de los stocks de recursos no renovables limitará seriamente el bienestar económico de las generaciones futuras? Un conjunto diferente de cuestiones surge en relación al hecho de que el uso de recursos no renovables afecta a la calidad del entorno medioambiental. El alcance geográfico de estos impactos abarca desde efectos locales como el caso de la contaminación del agua derivada de la erosión del suelo agrícola hasta efectos globales como la acumulación de gases responsables del efecto invernadero a consecuencia de la conversión de bosques en tierras de cultivo y pastos. La reciente investigación económica ha contribuido a mejorar la comprensión de estas cuestiones y ha sugerido respuestas para al menos algunos de los interrogantes planteados. PALABRAS CLAVE: Economía de los recursos naturales, recursos no renovables, economía ambiental.