Resumen: La reforma en marcha no responde a un modelo coherente, manteniéndose un tratamiento muy distinto según sectores productivos, que tiene efectos regionales muy diversos. Dada la actual estructura productiva en las distintas regiones de la Comunidad, las propuestas en el sector de los cereales y de las semillas oleaginosas perjudican notablemente a las agriculturas de los países del sur de la Comunidad. En el sector lechero y de carne de vacuno, se introducen ayudas a la ganadería extensiva, comprometiéndose el futuro de las explotaciones intensivas de los países del sur de la Comunidad. El sistema de compensaciones directas puede tener efectos perversos sobre el futuro de una agricultura avanzada y competitiva, al tiempo que desestimula la utilización alternativa de recursos en el mundo rural.