Resumen: Propone el autor que la cooperación de España en el sector agrario iberoamericano debe perseguir dos objetivos fundamentales. La rentabilidad política de las acciones, mejorando la imagen de nuestro país y la rentabilidad económica que se traduciría en vender técnica y productos españoles en áreas en las que deberíamos incrementar nuestra presencia, lograr empleo para los profesionales que se encuentren en paro tecnológico, fomentar la inversión de capital por la vía de la conversión en sectores productores de materias de las que somos claramente deficitarios y potenciar los intercambios mejorando la balanza comercial agraria.