Resumen: Partiendo de la distinción entre éxodo rural y éxodo agrícola, se constata que la juventud campesina huye intencionadamente de la agricultura y no del medio rural. Las causas que actúan entre los jóvenes campesinos el éxodo agrícola se origina en el proceso de desorganización social en que se halla el sistema rural. La actual imagen profesional del agricultor, sostenida por la misma sociedad rural, es la causa más eficiente del despego del joven agricultor. Dicha imagen, configurada por el esfuerzo físico y por la posición alejada con respecto a la automatización, es contraria a los nuevos estímulos y valores, ya vigentes en el medio rural, propios de la tecnificación. El joven campesino encuentra cualquier otro tipo de trabajo más agradable que el agrícola, por eso el joven campesino que ha logrado «liberarse» de la agricultura, difícilmente retomará a esta tarea, tenga o no suerte en su nueva ocupación. Para paliar esta grave situación que se avecina al futuro de la agricultura española tan sólo se ve como recurso idóneo la activación urgente de un intenso programa de formación profesional agraria entre los más jóvenes que aún permanecen en las explotaciones agrarias.