Resumen: Este artículo analiza las dos reformas más importantes introducidas por el gobierno cubano en el sector agrario durante 1993 y 1994: las Unidades Básicas de Producción Cooperativa y los mercados libres de productos agropecuarios. El origen de las reformas está en la grave crisis económica sufrida por la isla a partir de 1989 debida a la ruptura de las relaciones comerciales que Cuba mantenía con los antiguos países socialistas del Este de Europa y a las propias ineficiencias de la organización socialista de la agricultura cubana. Ambas reformas, que hay que situar en el marco de cambios significativos en el sistema económico, apuntan a la sustitución parcial de formas de producción e intercambio socialistas por formas capitalistas. Su resultado está siendo en general positivo, porque están contribuyendo a paliar la falta de alimentos, auténtica amenaza para el régimen político. Sin embargo, su continuidad parece depender de las necesidades coyunturales, pudiendo ser valoradas más como una «nueva política económica» (NEP) cubana que como el inicio de una transición hacia una economía de libre mercado.