Resumen: A finales del siglo XIX se inicia en Europa el uso masivo de abonos minerales con repercusiones muy importantes en la agricultura, y que en la actualidad se extienden también al terreno medio ambiental. El inicio de los cambios en el abonado se produce en la segunda mitad del siglo XIX, y es el resultado de la explotación europea de recursos ultramarinos y del desarrollo de la química agraria. Valencia con una agricultura avanzada y conectada al comercio inglés se unirá tempranamente al consumo de fertilizantes, lo cual acelerará los cambios que se producirán en su economía durante dicho siglo.