Resumen: La Zona de Dallas transformada en riego mediante captación de aguas subterráneas y cultivos de invernadero ha visto multiplicar su riqueza por quince y aumentar su población en un 325 por ciento. Todo este desarrollo se ha debido, exclusivamente, a la nueva horticultura. En suelos pobres, mediante la técnica del «enarenado» que hace posible el empleo de agua de elevada salinidad, se ha conseguido una agricultura de las más intensivas que permite con reducidas superficies, comprendidas entre 1 y 1,5 ha., la creación de explotaciones familiares con una remuneración del trabajo a nivel europeo. Los cultivos fundamentales son el tomate, berenjena, pimiento, pepino, judía verde, melón y sandía. Empieza a tener importancia la floricultura, especialmente orientada a la obtención de claveles. Destaca esta transformación por su aspecto social ya que requiere un empleo superior a 4 UTH para explotaciones hortícolas de 1,5 ha., o bien en la floricultura con la mitad de dicha superficie, en la mayor parte de los casos propiedad de modestos agricultores, o facilitada por el IRYDA para su adquisición en largos periodos.