Resumen: Los resultados de la política de colonización emprendida por el régimen del general Franco en la Zona Regable del Canal de Aragón y Cataluña son, como los de otras muchas zonas de actuación, ambivalentes y aparentemente contradictorios. Junto a la consolidación -sobre todo a partir de la década de los años sesenta- de núcleos de prósperas explotaciones familiares de regadío intensivo, coexistía la apuesta firme y decidida por preservar la estabilidad y fomentar la modernización de las grandes propiedades locales. El caso de la finca Montagut constituye, de hecho, un excelente ejemplo de esa otra cara de la colonización. En aras de la supuesta racionalidad económica de las futuras explotaciones, el INC no tuvo ningún inconveniente en desahuciar a unos colonos que, durante generaciones, habían trabajado aquellas tierras en régimen de aparcería. Era necesario colonizar, pero, sobre todo, el modelo de crecimiento agrario adoptado en la España de los sesenta exigía la conversión de los viejos latifundios tradicionales en modernas y eficaces explotaciones plenamente capitalizadas.