Resumen: Partiendo del hecho de la fuerte emigración de población campesina durante el primer bienio del Plan de Desarrollo, el autor, después de analizar la evolución y la estructura de la población activa agrícola en España y en los países de la Europa Occidental, llega a la conclusión de que una de las características más acusadas del Desarrollo Económico es la fuerte tendencia a la desaparición de la mano de obra asalariada en la agricultura. Basadas gran parte de las explotaciones agrícolas, en España, en el trabajo asalariado, el autor advierte del peligro que para el porvenir de estas explotaciones plantea la disminución de la mano de obra agrícola. Considerando el autor que el fenómeno de la emigración agrícola es irreversible, concluye señalando la necesidad urgente de una política que tienda a cambiar en breve plazo la estructura de nuestras explotaciones agrarias por otras basadas en el trabajo familiar, a fin de evitar el colapso de nuestra agricultura a que dará lugar, en otro caso, la emigración de los asalariados agrícolas.