Resumen: Tras la abolición general de los fueros valencianos, el denominado alfonsino fue restablecido, el año 1772, por Carlos III como instrumento de colonización y reforma agraria en el reino de Valencia. Más aún, el Consejo de Castilla propuso y la Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia alentó su extensión al resto de España. Además de dichos objetivas existía, en íntima relación con ambos, otro motivo de singular trascendencia, consistente en la pretensión de integrar a dueños de amplias superficies yermas o insuficientemente cultivadas en el proyecto reformista; se trataba, en definitiva, de que éste no se redujese a los grandes empeños colonizadores estatales (Sierra Morena, Nuevas Poblaciones de Andalucía Campo de Lorca) y a meras desamortizaciones de propios y comunales sino que incorporase en la mayor medida posible las haciendas y capitales de importantes propietarios ansiosos de preeminencia social y con la meta del posible logro de títulos nobiliarios, La aplicación con dichas finalidades del antiquísimo fuero alfonsino apenas si desbordó los límites del reino de Valencia, donde su prolongada vigencia ha dejado impronta notoria y perdurable Más de medio centenar de municipios de la Comunidad Valenciana han sido universidades o lugares alfonsinos y la huella en las estructuras agrarias de los últimos es también patente