Resumen: A mediados del siglo XVII tuvieron lugar en numerosos puntos de Andalucía diferentes motines y movimientos de protesta, que estallaron por los motivos más variados -una hambruna de grandes proporciones, el exceso de la carga financiera, la dureza del régimen señorial, etc-. En el fondo de todos estos hechos subyacía un fuerte malestar social, cuyos antecedentes hay que buscar en los años anteriores. Durante los mismos, en los cuatro reinos de Andalucía, se llevó a cabo un importante proceso de venta y consiguiente privatización de tierras baldías que, en muchos lugares, significó un grave perjuicio para ampliar capas de población. Gentes que llevaban a pastar a estas tierras algunas cabezas de ganado de su propiedad, gentes que cazaban o recogían frutos silvestres -setas, espárragos, etc-, gentes que allí obtenían la leña que necesitaban. El malestar que tales ventas generó, afloró en diversos momentos -así lo avalan las actas de cabildos municipales o las quejas y memoriales elevados al rey y conservados en el Archivo Histórico Nacional de Madrid-, en forma de crispación y tensión social. Tales ventas actuaron como uno de los motores que provocaron los motines y disturbios de los años centrales de aquella centuria.