Resumen: Tras el fracaso de la política de desarrollo centralizado, uno de los instrumentos que se plantean como alternativa para luchar contra las lacras del paro es la política de desarrollo local. Andalucía sigue manteniendo un importante número de asalariados eventuales agrícolas, que tienen un gran peso en las comunidades locales, tanto cuantitativa como cualitativamente. Sin embargo, en los casos en los que se han planteado estas políticas, no se han tenido en cuenta las características estructurales de este colectivo, planteando medidas que nacen más de una concepción urbana del desarrollo que de las auténticas necesidades de estos municipios.