Resumen: El término geográfico e histórico de “Europa” puede ocultar la novedad política que representa la Comunidad Europea. El concepto de comunidad, tan importante en la tradición sociológica, se utiliza aquí para analizar la realidad social que se está construyendo desde hace tres decenios. Se toman de él dos elementos, aunque existen también otros. en primer lugar, comunidad remite a la familia, como una especie de arquetipo. No es sorprendente que se haya elegido la agricultura como primer lugar para la edificación de la Europa comunitaria. Condensa en una misma unidad el trabajo y la familia. Puesto que esta última se considera como un valor fundamental, la explotación está llamada a transformarse en empresa, pero de carácter familiar. El cambio se realiza a través de la calificación profesional de los trabajadores, que implica a la vez unos conocimientos técnicos y prácticos (“saber hacer”) y un “saber estar” en sociedad. En segundo lugar, el concepto de comunidad remite al de nación; no tiene únicamente un parentesco etimológico con la familia. La Comunidad europea es obra, sobre todo, de los Jefes de Estado, pero a través de sus instituciones y sus prácticas está “reconstruyendo” lentamente el concepto de Estado nación. confiere una misión distinta a la nación y un ámbito de actuación diferente al Estado. El ejemplo francés presentado invita al análisis de otros países con una cultura práctica diferente, ya que la Comunidad está constituida por la combinación de sus múltiples componentes.