Resumen: En este trabajo se examinan algunas contradicciones teóricas y empíricas. En primer lugar, en sentido estricto el capital comercial no es capital. No es una fuente de plusvalía, sino que participa en la plusvalía distribuida en forma de beneficios. Por sí mismo, no puede ser un factor primordial en la formación y la disolución de clases. En segundo lugar, aun cuando el capital comercial puede distinguirse analíticamente, es difícil hallarlo en la práctica en su forma pura. Existen al menos cuatro fuentes de “impureza” empírica: (i) la combinación del capital comercial con la actividad productiva necesaria para la circulación de las mercancías; (ii) la movilidad del capital comercial con el capital industrial; (iii) la progresiva subordinación del capital comercial al capital industrial; (iv) la interconexión del capital comercial con el capital financiero o usurario. Afirmamos que el capital comercial impuro se ha demostrado capaz de contribuir en medida importante al desarrollo de las clases sociales (y en este sentido nos ocupamos de la burguesía agraria e industrial en tres regiones de la India), si bien puede contribuir asimismo a presentar ciertos aspectos de las viejas relaciones sociales (y a este respecto nos referimos al papel del capital comercial en la obstaculización del fenómeno de la proletarización, partiendo de diversos estudios de casos en el norte y el sur de la India). Por último, se examina y critica la dominación económica y política del capital comercial.