Resumen: Los libros de viajes del siglo XVIII han quedado relegados a un segundo plano por la difusión que han tenido las exóticas relaciones de los románticos, considerados los viajeros por excelencia. Sin embargo, la peculiar concepción que del viaje se tuvo durante un largo período del siglo ilustrado, convierte las obras de estos viajeros en una interesante fuente de información En ellas el comentario económico ocupa un lugar importante, siendo considerable el espacio dedicado a la agricultura. Procedentes de un país considerado en toda Europa "un jardín del Edén», la reacción del viajero inglés ante el paisaje agrario peninsular es muy crítica Sólo algunas regiones merecen tenues elogios En su descripción de la situación agraria destaca el análisis que realizan de los que consideran «impedimentos» para el desarrollo de la agricultura en España: la geografía, el cima, la escasa población la inadecuada legislación, el absentismo nobiliario, el carácter del campesino español apegado a técnicas tradicionales, ..., obstáculos que coinciden con las señalados por ilustrados españoles en fechas similares.