Resumen: Este estudio tiene por objeto poner de manifiesto a lo largo del periodo acotado, 1850-1935, los intereses encontrados entre productores y comerciantes de vinos El crecimiento sin precedentes de las exportaciones de vinos jerezanos al mercado británico en la segunda mitad del siglo XIX; la incapacidad de la oferta jerezana para responder a la demanda la competencia de otros vinos -el francés a partir de 1860- que comienzan a concurrir al mercado atraídos por las fáciles ganancias y el cambio de gusto entre los consumidores modificó las relaciones tradicionales entre los productores y comerciantes de vinos Los primeras siempre interesados en poner un cierto «límite» y «orden» a la producción y al comercio: prohibición de los alcoholes industriales y de los vinos « forasteros», delimitación de una zona de «origen»... Los segundos siempre partidarios de una libertad sin límites Por último, se concluye que en esta secular pugna, el estado no fue neutral sino que estuvo más atento a los intereses y voces de los comerciantes al fin y a la postre era más su estado, que a los de los productores