Resumen: Los sistemas nacionales de investigación en América Latina han realizado importantes contribuciones al desarrollo de la región, a reducir la pobreza, a mejorar la seguridad alimentaria y al manejo de los recursos naturales en América Latina. Pese a ello, en las últimas dos décadas ha existido, en general para toda la región, el financiamiento a la investigación no se ha incrementado y existe en general la opinión de que los sistemas nacionales no generan el tipo de conocimientos que demanda la sociedad. En consecuencia, las organizaciones públicas de investigación agraria se encuentran en transición y enfrentan a veces tendencias
contradictorias, como por ejemplo la ampliación de las demandas de investigación junto a una marcada subinversión. Existe mucha heterogeneidad en cuanto a la inversión y a las capacidades de investigación a nivel nacional; Brasil ha logrado invertir en investigación más del 1,5 por ciento del producto bruto agrícola, mientras que el promedio en América Central es de 0,25 por ciento. Mejorar la eficiencia y la eficacia del financiamiento, ajustar los marcos institucionales, identificar agendas de investigación que reflejen mejor las demandas de la sociedad son algunas de las orientaciones hacia el futuro. En esta tarea los
mecanismos subregionales y regionales de investigación y de financiamiento de la investigación tienen un papel estratégico a cumplir