Resumen: Tras localizar el ámbito social y geográfico de implantación preferente de la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos (CNAG), este artículo analiza sus estrategias básicas ante las negociaciones de precios agrarios y ante la negociación colectiva, al tiempo que presta una particular atención a la manera en que estas tentativas de concertación y de acuerdo social se han venido desarrollando. A partir de una estrecha correlación entre el sistema de cultivos y la configuración del mercado de trabajo, en cuanto a sus niveles de salario y de empleo, las organizaciones patronales han tratado de influir, por un lado, sobre la administración, con el fin de obtener una determinada política de precios regulados, y, por otro, sobre los sindicatos, con el fin de contener las alzas salariales. Pese a notorias dificultades, han llegado a obtener éxitos relativos en ambos frentes. Pero, entre tanto, los niveles de desempleo han crecido hasta el límite de lo socialmente insoportable, por lo que patronal y sindicatos, desde sus respectivas posiciones, han tratado de influir sobre la administración con el fin de instrumentar mecanismos de regulación del mercado de trabajo, ante la eventualidad del conflicto social. Pero el fracaso de tales mecanismos (empleo comunitario) ha "abocado" finalmente a la formulación de la Reforma Agraria. En una primera aproximación, este artículo evalúa el alcance de estas tentativas de concertación y de acuerdo social (negociación de precios, negociación colectiva) y de sus límites, así como el efecto de los mecanismos de regulación del mercado de trabajo (empleo comunitario). Pero, más allá de sus consecuencias sociales y económicas inmediatas, interesa conocer la medida en que tales tentativas anticipan o limitan el desarrollo de pautas contractuales entre las propias organizaciones agrarias (patronal y sindicatos) y entre ellas y la administración.