Resumen: En este artículo se analiza la forma en que los trabajadores se autoorganizen para realizar una tarea de gran importancia en la agricultura andaluza: la recogida de la aceituna. Esta forma de organización, denominada «al buen común», es característica sólo de algunos pueblos. El trabajo aborda una terna prácticamente inexplorada hasta ahora en la sociología rural española. Describe todo el proceso que se sigue: la formación de los «hatos», la selección de sus miembros, la distribución de las tareas, la regulación del ritmo de trabajo y la forma de repartir los ingresos. Se observa en todo esto un tipo de racionalidad caracterizada por la solidaridad (se procura que todos los trabajadores encuentren lugar en un «hato»), la distribución de las tareas en función de la fortaleza física y, en menor medida, experiencia de cada persona y le racionalización de los movimientos para hacer más suave una tarea de extremada dureza física. En otro nivel, se estudia cómo la organización de este trabajo que ocupa a una gran parte de los hombres y mujeres de la comunidad rural, se relaciona con la estructura social de la misma y repercute en la vida cotidiana del pueblo: los cambios en los hábitos familiares, el cuidado de los menores y el trabajo doméstico. El estudio pone de manifiesto que tareas agrícolas como ésta encierran una complejidad organizativa alta, resuelta a lo largo del tiempo por la experiencia acumulada de sus protagonistas. Las soluciones que se han dado a los problemas que plantea la ejecución de la tarea son soluciones que integran un alto grado de racionalidad en la economía del esfuerzo físico y una atención muy importante al papel del grupo en la motivación, estimulación y control de sus miembros.